- • El producto, que es muy utilizado en repostería y panadería, bloquea las arterias
- • La medida, que ya se aplicaba en los restaurantes,seamplía al resto de comercios
NUEVA YORK
La batalla viene de lejos. Michael Bloomberg, el millonario alcalde neoyorquino, se ha propuesto mejorar la salud de sus votantes a golpe de prohibición. Primero fue el tabaco. Después ha sido el turno de las grasas trans, también conocidas como aceite vegetal parcialmente hidrogenado, con tantas calorías como otras grasas pero con una peligrosa particularidad: bloquean las arterias.
Hace año y medio fueron los restaurantes los que tuvieron que prescindir de este producto para cocinar. Pero desde el martes, el veto se ha expandido, porque se ha ampliado a todos los establecimientos que sirven comida, ya sean supermercados, tiendas o locales que vendan alimentos preparados, incluidas las panaderías y las pastelerías. Aquellos que sigan echando mano de las grasas trans podrán ser multados con hasta 2.000 dólares (1.260 euros).
LA PARADOJA
La cruzada antitrans entra en un nuevo plano. Se trata de eliminar el aceite vegetal procesado, un producto que la industria de la alimentación presentó en los 80 como la gran alternativa al aceite de origen animal. Por consejo de los expertos se sustituyó la mantequilla por la margarina porque era "más sana" y luchaba contra el colesterol (un cambio que en Estados Unidos se produjo mucho antes, en la segunda guerra mundial, cuando la margarina sustituyó a la racionada mantequilla). Ahora, sin embargo, los nutricionistas dicen que el sello "100% vegetal" no es ninguna garantía: aunque la grasa vegetal es inofensiva, no lo es el tratamiento industrial (la hidrogenación) usado para prolongar la vida de los alimentos y potenciar su sabor.
Los chefs se han puesto manos a la obra para ofrecer bollería y comida preparada (las dos grandes pesadillas de las arterias) sin grasas trans, que son las que le dan el aspecto crujiente a las patatas fritas y la mejor forma a los hojaldres.
Además, para allanar el camino en esta transición, Nueva York ha puesto en marcha el Trans-Fat Help Center. Su directora, Laura Stanley, afirma que han recibido quejas sobre las famosas cookies. Sin estas grasas, las pastelerías alegan que no logran el clásico aspecto de las galletas más consumidas del país. "Estos problemas se resolverán", dice Stanley, que ofrece consejos en la web del centro (www.notransfatnyc.org), donde se explica cómo freír de forma sana y se incluye una lista de los productos con "cero grasas trans" junto a sus precios.
Dunkin' Donuts, Burger King, McDonald's, KFC y Pizza Hut aseguran haberlas eliminado de sus locales neoyorquinos y prometen hacer lo mismo en el resto. En el caso de Pizza Hut, incluso alterando la receta de su pizza "crujiente". Todos parecen estar utilizando a Nueva York como si fuera un laboratorio.
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
http://www.seattlees.com/
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