Ácidos Grasos Trans
Productores de enfermedades
y aceleradores el envejecimiento
LOS AGEs TRANS FUNCIONAN COMO UNA TOXINA ACELERADORA DEL ENVEJECIMIENTO
ENFOQUE
NUTRICIONAL ANTIENVEJECIMIENTO
Por:
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña
La salud y longevidad
del cuerpo y la mente humana dependen de un maravilloso, intrincado y delicado
universo de diversas sustancias químicas orgánicas. Entre las que se encuentran
enzimas, hormonas, neurotransmisores, citoquinas, eicosanoides y miles de diversas
substancias más. Algunos de estos compuestos orgánicos presentan una acción
agónica y sinérgica entre si, y otras por el contrario realizan acciones
antagónicas. El equilibrio entre la suma total de todas las acciones y
reacciones sinérgicas, agónicas y antagónicas es necesario para mantener en
perfecto estado de funcionamiento óptimo del metabolismo de los trillones de
células que conforman el cuerpo humano.
Entre ese basto
universo de biomoléculas y reacciones químicas, existe un conjunto de
sustancias denominadas eicosanoides, derivados oxigenados de los ácidos grasos
poliinsaturados de 20 carbonos de configuración cis-cis.
Un determinado perfil
de eicosanoides y de su equilibrio en las células, evoluciona con la edad, y
desde el nacimiento hasta la ancianidad sus concentraciones se van modificando,
cambiando sus proporciones relativas, siguiendo un patrón ordenado y apropiado
para mantener en armonía a las células para que estas se adapten adecuadamente
a cada etapa y condición específica de la vida manteniendo en condiciones
óptimas el funcionamiento fisiológico del cuerpo humano y la salud.
En la actualidad se
ha identificado la existencia de más de 100 eicosanoides diferentes
clasificados en 3 grupos, dependiendo del ácido graso de 20 carbonos del que se
deriven. Los de la serie UNO que son los más benéficos para el cuerpo humano se
sintetizan a partir del ácido dihomogammalinolénico (DGLA). Los de la serie DOS
cuya producción excesiva resulta perjudicial se deriva del ácido araquidónico
(AA). Y los de la serie TRES que contribuyen a neutralizar los efectos
perjudiciales de los de la serie DOS cuando estos se producen en exceso, se
derivan del ácido eicosapentaenoico (EPA).
Ahora se sabe de
acuerdo a investigaciones científicas llevadas a cabo durante más 70 años que
el cambiar arbitrariamente el aporte dietario de ácidos grasos esenciales
(AGEs) y de sus derivados de 20 carbonos de configuración cis-cis precursores
de los eicosanoides, por AGEs de configuración cis-trans, y/o artificialmente
saturados, de manera parcial o total, deja como único sustrato biológicamente
activo al AA.
El AA puede
acumularse en el cuerpo humano en concentraciones anormalmente elevadas,
provenientes de algunas grasas de origen animal y de algunas grasas vegetales
como el cacahuate. Pero también el AA puede obtenerse de la conversión de los
ácidos grasos GLA o DGLA, inducida por acción de la enzima delta 5 desaturasa.
La actividad de la delta 5 desaturasa puede ser incrementada en exceso por una
dieta muy elevada en carbohidratos, o bien por comer cualquier cantidad de carbohidratos
refinados, como lo son todos los productos alimenticios que contienen azúcar y
harina blanca.
La alteración
artificial del perfil de ácidos grasos que forman parte de los compartimientos
lipídicos de las células, da como resultado un desequilibrio en el sistema de eicosanoides,
creando patrón anormal de los mismos, inclinando la balanza a la producción y
acumulación de los derivados oxidados del ácido araquidónico (DOAAs),
produciendo una cascada de reacciones químicas patológicas que afecta a todas
las células y tejidos del cuerpo humano.
De esta
manera, los efectos adversos de los AGTs se deben en parte, a un incremento
anormal y patológico de la concentración de eicosanoides de la serie DOS
derivados del AA más allá de los sus limites de seguridad, lo que acelera el deterioro
y finalmente la muerte celular y el envejecimiento de los tejidos.
Cuando se
logra que los eicosanoides de las tres series se mantengan debidamente
balanceados, se conserva un estado óptimo de salud y un acrecentamiento de la
esperanza de vida saludable. Pero cuando algún factor que altere el equilibrio
eicosanoideo como el de la substitución de AGEs de configuración cis-cis, por
los de configuración cis-trans en los alimentos industrializados, sobreviene un
estado de degradación celular, de enfermedad crónicodegenarativa y de
envejecimiento acelerado y prematuro. En ese sentido, los AGTs se desempeñan
como una poderosa toxina desencadenante de diversas enfermedades crónicodegenerativas
y aceleradora del envejecimiento, siendo los
ácidos grasos poliinsaturados alterados por los procedimientos industriales el
factor causal principal y subyacente.
Desde ésta
perspectiva los AGEs de configuración cis-cis son elementos críticos en la
nutrición, ya que no pueden ser sintetizados por el organismo humano, deben ser
aportados por la alimentación en su configuración natural y no deben ser
substituidos por AGEs de configuración cis-trans.
Los AGEs de
configuración cis-cis, son necesarios para la producción de eicosanoides,
substancias que controlan la homeostasis celular mediante la regulación directa
e indirecta de enzimas fundamentales que intervienen en la mayoría de las rutas
metabólicas celulares incluyendo el funcionamiento eléctrico, la elasticidad, la
fluidez y la permeabilidad de las membranas celulares y subcelulares, la
estructura interna de las células, el transporte intracelular, la funcionalidad
de los receptores hormonales y de los canales de iones, la renovación proteínica,
la expresión genética, así como la eficiencia y el ritmo del metabolismo
energético aeróbico cuya función final es la síntesis de los enlaces cargados
de energía llamados ATP.
Los AGEs de
configuración cis-cis son necesarios para el mantenimiento de la
estabilidad homeostática y de las
constantes biológicas, por lo que cualquier insuficiencia o desequilibrio en el
suministro o alteración en su metabolismo perturbará de manera importante el
buen desempeño fisiológico de todo el organismo.
No obstante lo
anterior, la industria alimentaria ha forzado a la población a ingerir grandes
cantidades de AGTs. Muchas personas consumen una gran variedad de alimentos que
están de moda creyendo que le suministran a su cuerpo los valiosos e
importantes ácidos grasos esenciales, en cantidades adecuadas para mantener su
salud y su longevidad, sin estar conscientes de que están exponiendo a su
organismo de las toxinas sumamente potentes y dañinas que son los AGTs.
La fuente principal
de AGTs son los alimentos procesados en los que se agrega como ingredientes
grasas vegetales industrializadas (refinadas), sean hidrogenadas, o no
hidrogenadas.
Se la logrado
detectar ácidos grasos trans y ácidos grasos parcial y/o totalmente
hidrogenados, en proporciones fluctuantes, desde un 17 % en aceites vegetales,
hasta un 97 % en cremas, margarinas, mantecas vegetales, mayonesas, y en los
productos comestibles que contienen estos ingredientes.
La grasa de los
productos de ganado vacuno y ovejuno llegan a contener de forma natural cuando
mucho un 5 % de AGTs formados en los estómagos de los rumiantes, pero estos
ácidos grasos tienen una estructura distinta a los que produce la industria
alimentaria, y no son tóxicos como los producidos en la industrialización de
los alimentos.
He aquí algunos
ejemplos del % de AGTs en diversos alimentos:
Alimento
|
% de AGT
|
Alimento
|
% de AGT
|
Papas fritas
|
40
|
Mayonesa
|
40
|
Galletas saldas
|
30 a 40
|
Galletas dulces
|
30 a 50
|
Donas
|
35 a 40
|
Palomitas de maíz
|
30 a 50
|
Margarinas
|
58 a 97
|
Aceites procesados
|
17
|
Crema vegetal
|
97
|
Manteca vegetal
|
97
|
En 1995 un grupo de
directores de diversas industrias alimenticias en Estados Unidos publicó una
lista elaborada por ellos, que muestra el contenido de AGTs en diferentes
alimentos para que el consumidor pueda escoger la cantidad que desea consumir:
Alimento
|
% de AGT
|
Alimento
|
% AGT
|
Galletas dulces
|
39
|
Galletas saladas
|
35
|
Donas de nuez
|
35
|
Papas fritas
|
49
|
Papas francesas
|
43
|
|
|
Tras varios años de
investigación se encontró que en una dieta típica, su contenido fluctúa entre
10.9 hasta un 20 % del total de grasas totales consumidas, y que en gramos, el
consumo oscila entre 7 hasta 60 gramos por día, por persona de AGTs. En
Alemania el consumo se calculó en 3.4 gramos por día. En escocia en 7 gramos
por día. En tanto en España es de los más bajos de 2.4 gramos por día.
En los lactantes se
han encontrado en cantidades variables en sus fosfolípidos plasmáticos, pues se
ha demostrado que los AGTs consumidos por la madre, se concentran en la leche
materna atraviesan la barrera placentaria. En ocasiones desde el nacimiento o
durante la lactancia se forman placas de ateroma en las arterias de los
infantes provocadas por los ácidos grasos artificiales.
En las últimas
décadas, diversos estudios clínicos y epidemiológicos han demostrado que los
AGTs producen efectos adversos muy importantes sobre el estado de salud física
y mental y predisponen a diversas enfermedades crónicodegenerativas. Actúan
adversamente sobre las lipoproteínas plasmáticas, incrementan las LDL y
disminuyen las HDL.
Un estudio
recientemente publicado estima que en la población de Estados Unidos el riesgo
de padecer enfermedad cardiovascular es un 96 % más alto cuando los AGTs
remplazan tan sólo un 2 % de las calorías provenientes de los hidratos de
carbono o de los AGEs de configuración cis-cis.
Los datos del estudio
Fragmingham en Estados Unidos muestran así mismo que el riesgo de enfermedad
cardiaca es significativamente mayor en personas que consumen margarina. Ha
sido también comprobado que el desarrollo fetal y el crecimiento postnatal puede
ser retardado debido al paso de ácidos grasos trans a través de la placenta.
Además de otras enfermedades
degenerativas como causa de incapacidad y muerte que se asocian normalmente al
envejecimiento y que pueden correlacionarse al consumo de AGTs, tan solo el
infarto y el accidente cerebrovascular causan el 25 por ciento de las muertes
que se producen en el mundo, cobrando alrededor de 12 millones de vidas por año
en los países de Latinoamérica, la tasa de mortalidad por enfermedades
cardiovasculares ocupa el 4to lugar de todo el mundo.
El mayor porcentaje de las víctimas
tienen menos de 65 años. En vista del aumento actual de la esperanza de vida,
estas muertes deberán ser consideradas como prematuras y evitables si se consumiera
una alimentación saludable.
¿Quienes
consumen actualmente AGTs?
Las
personas que comen:
- Cualquier forma y tipo de aceites
comerciales incluyendo los de canola, girasol, ajonjolí, pepita de uva y
cualquier otro aceite poliinsaturado que haya sido extraído en caliente.
- Cualquier alimento frito con
aceites comerciales y/o con aceites vegetales prensados en frío, pues al
calentar estos aceites se producen AGTs.
- Aderezos hechos con aceites
industrializados.
- Mayonesa elaborada con aceites
industrializados.
- Margarina de cualquier tipo,
aunque en su etiqueta aseguren fraudulentamente que no los tienen y que
son ricas en ácidos grasos omegas o esenciales.
- Cremas vegetales y crema
chantilly.
- Manteca vegetal.
- Quesos y cualquier otro tipo de
producto comestible anunciado como "saludable" a los que se les
ha agregado cualquier tipo de grasas o aceites vegetales industrializados.
- Cremas para café u otras bebidas.
Son innumerables los
"productos comestibles", "saludables" o no, que contienen
concentraciones de AGTs, suficientes para causar estragos en la salud y
acelerar el envejecimiento.
Lic. Nut.
Miguel Leopoldo Alvarado Saldaña.
Diplomado en:
Nutrición (UIA), Nutrición y Antropometría Aplicada al Deporte (UIA), Nutrición
Clínica y Bariatría (CMB), Medicina Natural (UIC), Medicina Antienvejecimiento
(IMEL), Medicina Estética (IMEL), Estrategia en Recuperación Biológica
(COMEREBI), Estética Medica (CMB). Instructor Certificado en Zone Perfect por
Barry Sears, P h. D. Zone Perfect. Socio fundador de la "Asociación
Mexicana de Medicina Antienvejecimiento" A. C. Fundador y presidente de la
AHANAOA A. C.: "Asociación Hispano Americana de Nutriología Alternativa,
Ortomolecular y Antienvejecimiento" A. C.